viernes, 21 de agosto de 2009

Castillos de naipes


Cuando tengo una nueva aventura con un hombre que me gusta siento la sensación de que camino dentro del laberinto de un castillo de naipes, de que toda esa estructura, a la menor torpeza o por una brisa de aire, se puede venir abajo sin remedio, algo que también le ocurre a otras mujeres, como he podido comprobar por sus testimonios.
Nuestros mecanismos mentales son sumamente complejos a la hora de la seducción, nos implicamos de forma emocional más que física, algo que muchos hombres no llegan a comprender, son como más primitivos que nosotras o más agresivos, dicho desde una perspectiva general y no absoluta, de ahí que, en los cortejos, la mujer se insinúe físicamente y el hombre, para tener éxito ante un posible apareamiento, debe de dar confianza y provocar la ternura.
El romper el rito, por otra parte general entre todos los mamíferos, lleva a situaciones comprometidas con pocas posibilidades de éxito y que se puede resumir en una simple regla de tres: si yo me insinúo físicamente puedo atraerte, pero si tú me provocas verbalmente podremos llegar a X y esa incógnita, si no se sabe solucionar adecuadamente, hace que ese castillo de naipes se venga abajo aplastándonos.

2 comentarios:

  1. Que verdad. Aunque las mujeres nos creemos que somos capaces a discernir sexo de amor, en la realidad no es así, o es muy dificil. Siempre que un macho entra a tu conquista, nuestro corazón siempre intenta estar por encima de nuestra cabeza. ASÍ NOS VA.
    BESOS GUAPA

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  2. no es facil distinguir el sexo por el sexo pero te aseguro que se puede conseguir,

    feliz fin de semana

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