viernes, 17 de julio de 2009

La orgía



Tengo una gran amiga, de esas a las que no se les guarda ningún secreto, que es cómplice de correrías y con la que he pasado los mejores momentos de mi vida. Fue la primera en terminar su carrera, la primera en colocarse y también la primera en independizarse, el único problema que tiene es que es muy aprensiva para todo.
Su primera colocación fue dando clases en un colegio de monjas y con el exiguo sueldo que cobraba alquiló un pequeño apartamento con muy buenas vistas; aquello estaba dentro de un gran bloque de viviendas enanas, se entraba y a la izquierda estaba el cuarto de baño, se subían unas pequeñas escaleras y se llegaba al salón-dormitorio-cocina y al fondo un balcón con unas vistas impresionantes, ya que era una planta doce. El mobiliario era muy moderno y funcional, se abría una puerta y ya estaba la cocina integrada en el salón; de algo que parecía un ropero salía una cama y así todo.
Entre las dos lo decoramos como mejor pudimos y a decir verdad aquello, pese a su tamaño, era muy acogedor y coqueto.
Cuando ya estaba terminado hizo una pequeña fiesta de inauguración para las amigas íntimas, en total cuatro parejas, no cabíamos más. Las otras llevaban a sus parejas de entonces y mi amiga a dos que había conocido, que yo conocía y que nos gustaban bastante y que para la ocasión ya nos habíamos repartido.
Todo se desarrolló normalmente, ya tarde las otras dos amigas se marcharon, quedándonos mi amiga y yo con nuestros compañeros, que para no equivocarse se llaman Francisco, que era el que estaba conmigo y Víctor que acompañaba a mi amiga.
Ya solas las dos parejas pusimos música para bailar, Sade, y con una luz tenue nos abrazamos. Al rato ya sentía como Francisco tenía una erección y como la refregaba contra mi barriga, a mi eso me pone muchísimo, de modo que rápidamente pasamos a los besos y de ahí a las caricias de forma discreta. La cosa se iba poniendo al rojo vivo y de vez en cuando nos tocábamos por encima de la ropa cuando los otros, que estaban igual que nosotros, no nos miraban. Al rato mi amiga salió al balcón con Víctor y ya lo nuestro perdió toda la discreción, nos sobábamos de arriba a bajo mientras bailábamos.
Al rato decidimos sentarnos, eran unos sillones amplios que no tenían brazos, me senté sobre sus piernas y como llevaba una falda de vuelo procuré que sólo nos separara las braguitas; la cosa siguió a más hasta que él terminó con su polla fuera y como no teníamos sitio donde hacerlo decidí, previos ruegos, a meterla así, los dos sentados como niños buenos pero acoplados perfectamente.
Al ratito entraron mis amigos y se sentaron en el sillón de enfrente, en realidad sólo tenía estos dos sillones, y yo con la polla del otro dentro. Estuvimos charlando mientras nuestras respectivas parejas no paraban de sobarnos y para colmo Francisco daba cabezadas con su polla dentro de mí.
Aquella situación de estar con los amigos delante y ‘empalada’ me estaba poniendo a cien, hasta que llegó un momento que vi venir el orgasmo, ahora lo recuerdo como cuando oímos venir a un tren, está lejos pero cada vez se acerca más hasta que de repente pasa por nuestro lado casi arrollándonos, así me corrí, en unos momentos no podía coordinar en mi mente lo que se estaba hablando, sólo que primero me cambió respiración, después comencé a bufar y terminé gritando, muy bajo, pero gritando.
No recuerdo la reacción de todos pero mi amiga, que era una cachonda, me levantó la falda y dijo: ‘¿Pero que estabais haciendo?’. Me quedé así, con la falda levantada y las piernas medio abiertas, mientras Víctor, el compañero de mi amiga parecía que me follaba con la mirada, algo que me excitaba y hacía que tuviera contracciones uterinas.
Era la primera vez en mi vida que conseguía correrme si manipular mi clítoris.
Desde ese momento, yo con mi coño al aire y con la polla de Francisco dentro, parece que fue el pistoletazo de salida de una buena orgía, porque al rato estábamos todos desnudos.
Mi amiga sacó la cama, nos tendimos los cuatro y va y le dice a su compañero que de meterla nada, que no estaba tomando anticonceptivos, he de aclarar que nosotras entonces eso de los condones lo llevábamos fatal, nos perecía de putas. El ser tan aprensiva con sus cosas me benefició porque ante las protestas de Víctor mi amiga le dijo: ‘Puedes correrte dentro de mi amiga’.
Seguimos los cuatro juntos y Víctor mirándome con deseo mientras follaba yo con Francisco hasta que lo corrí, en un momento determinado le dije a mi amiga: ‘¿Puedo probar a tu pareja?’, esta me dijo que desde luego, así que me monté encima de él y todos los deseos de las miradas se convirtieron en pasión, mientras un mar de manos nos tocaban todo el cuerpo. Mi amiga se magreaba con Francisco y de rodillas mientras nos miraba se mastubaba. Me acerqué al oído de Vícto y le dije:’Cariño, avísame cuando estés a punto para corrernos juntos’ y comencé a cabalgarlo con la intención de que no me durara mucho, como así fue; tuvimos un orgasmo maravilloso y de fuegos artificiales.
Yo me sentía como la reina de la fiesta, mi amiga me los calentaba y yo me los follaba mientras todo el mundo me tocaba por todo el cuerpo y sus bocas me comían a besos.
Gracias a mi amiga, sin yo esforzarme en nada, nuestros amigos repitieron, mientras conseguían hacerme llegar al clímax una y otra vez, fue una noche fantástica que me dejó sin fuerzas para muchos días.
Esto lo repetimos otras muchas veces, aunque mi amiga al poco comenzó a tomar anticonceptivos.

1 comentario:

  1. JODER...Y CLARO AL TOMAR ELLA ANTICONCEPTIVOS, YA TE LO PONÍA COMPLICADO...JAJAJA. MUY BUENO CATARSEX. Y SIGO DICIENDOTE QUE ME IMPRESIONA TU DON PARA LA COMPOSICIÓN FOTOGRÁFICA. ME TIENES PASMAAAAAAAAAAA
    MUAC

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