domingo, 28 de junio de 2009

La Vía Láctea


Magnífica noche la de ayer, por fin estuvimos en el club de intercambios y no me puedo quejar de los resultados.
Por la tarde, antes de salir, estaba muy nerviosa, como si fuera a examinarme pero una vez que llegamos al sitio comencé a tranquilizarme.
El local estaba bastante bien de hombres y como esperaba varios no me quitaban ojo de encima, de modo que nada más ir a dar un paseo por los pasillos varios nos siguieron. Uno de ellos, el más avispado, pronto me echó mano al culo y comenzó a tocarlo mientras andaba, así que me dejé hacer mientras mis pasos cada vez eran más lentos. Llegamos a una de las puertas donde hay camas y sin pensarlo dos veces entré con mi pareja y el que me tocaba, cerramos y comenzamos a besarnos y acariciarnos. Al rato ya estábamos desnudos y follando en la cama, aunque he de decir que no cumplía mis expectativas, era demasiado joven e inexperto, lo hacía sin hablar y de forma rudimentaria y simple. Se corrió y casi ni nos despedimos.
Volvimos a la barra del bar y había uno que me gustaba, era alto y no me quitaba ojo de encima, si yo lo miraba no era capaz de mantenerla, pero de reojo veía como estaba muy pendiente de mi. Nos dimos otro nuevo paseo por otro sitio y de repente, como salido de la nada me lo encontré abrazado a mí por la espalda, debo de confesar que me dio mucha alegría.
Me besaba el cuello y sentía su polla dura como la refregaba, así que di la vuelta y nos entrelazamos en un abrazo muy caluroso. He de decir que yo iba sin ropa interior, así que nada más levantarme la falda y tocar mi piel se puso el pobre peor. Entramos en otra habitación y no me dejaba ni respirar, me besaba, se desnudaba y me desnudaba. Ya sin ropa tuve la grata sorpresa de comprobar que la tenía bastante gorda, así que ya no me resistí más. Me la ponía entre las piernas e intentaba penetrarme sin preservativo, hasta que consiguió tumbarme en la cama. Aquello se convirtió en una lucha, entre él me la quería meter y yo que estaba muy, pero que muy, caliente consiguió una pequeña penetración que por poco me corre. Por fin se puso el condón y eso fue lo definitivo porque consiguió sus objetivos plenamente, haciéndome alcanzar un orgasmo de los bestiales. Cuando él terminó seguí con mi pareja y antes de que terminara con ella ya estaba que no paraba de tocarme y besarme, de modo que comenzamos de nuevo, así durante una agotadora hora.
Cuando terminamos salí agotada y nada más llegar a la barra del bar me encuentro al amigo con el que estuve el martes pasado, menuda sorpresa, y no era cosa de hacerle un feo, así que terminamos follando, eso sí, estuve mucho tiempo chupándosela, cuando terminamos nos vinimos para casa mi pareja y yo, estaba tan cansada que nada más caer en la cama me quedé profundamente dormida y esta mañana me dolía todo el cuerpo. En total vacié seis veces a cuatro hombres en tres horas, he batido mi record y me siento muy satisfecha, de ahí lo de la Vía Láctea.

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