jueves, 30 de julio de 2009

Desierto


Hace tiempo que tu vida es como un desierto de cristal, me cuentas de tu sed de amor y de amar, que el sol te dejó ciego, que agonizas en esta mierda de mundo, que te sientes como perdido y que ya no tienes ilusión de vivir.
Vienes a mí una y otra vez para saciar tu sed, me dices que soy tu oasis, que me necesitas.
Desde hace tiempo eres una calavera blanquecina semienterrada entre arenas blancas y yo un espejismo, solos en medio de este infinito, terrible y ardiente desierto llamado universo.

5 comentarios:

  1. Que bellas tus palabras y que oasis mas auténtico eres. Nunca serás un espejismo, porque los oasis existen.
    Besos de Medea

    ResponderEliminar
  2. Todo desierto tiene su Pettit Prince, listo para llenarlo de zorras, rosas y serpientes peligrosas...

    ResponderEliminar
  3. Por inmensos que sean los desiertos siempre tienen ese oasis donde poder saciar la sed, pero hay veces que necesitamos que el oasis sea infinito y el desierto pequeño para sentir que nosotras tambien smos las que apagamos nuestra sed.
    Hace tiempo que te vi de seguidora y he leido tu blog aunque ha sido ahora cuando me decidi a ponerte un comentario, pero lo he seguido tiempo y me ha gustado mucho.

    Besos.

    Lunna.

    ResponderEliminar
  4. Lo que pasa es que a veces es necesario encontrar un espejismo, aunque luego se desvanezca...

    ResponderEliminar
  5. Es que ha de parecerle que a cada isnatnte a tu lado está a punto de descubrir un oasis mágico...

    ResponderEliminar