lunes, 13 de julio de 2009

Llegada triunfal a/de la playa.



Pues mejor no pude llegar, entrando en el pueblo un coche que venía detrás comenzó a tocar el claxon, eran mis amigos que habían ido a recibirme a la carretera, así que escoltada y riéndome llegamos al piso. Cuando aparcamos vinieron corriendo, nos abrazamos y me llevaron las maletas, que lo mismo parecía que venía para un mes, por lo menos eso decían ellos.
En el ascensor aquello era una selva de manos que me tocaban por todas partes, a eso le llamo yo entusiasmo y ganas de verme. Nada más entrar de repente me quedé totalmente desnuda, casi sin darme cuenta, que rapidez tienen los tíos, estaban deseosos con ganas y yo corriendo al cuarto de baño para ducharme y ellos metiéndose vestidos dentro, desde hacía mucho tiempo no me reía tanto y al final los tres desnudos.
Me llevaron hasta la cama, habían juntado dos para tener más espacio, y nos liamos los tres y experimenté una doble penetración de ensueño, cada uno por un sitio.
Después de terminar, que fue más corto de lo que me hubiera gustado, estuvimos charlando de todo y riendo, que no paré de reír durante toda mi estancia allí.
Querían repetir y yo, sabiamente, les convencí para que lo dejaran para más tarde, que no los quería agotar tan pronto y era importante mantener la tensión sexual.
Me prohibieron estar vestida en casa, así que todo el día desnuda menos cuando salimos a la calle, que tenía que ponerme sólo el vestido sin nada más debajo, lo que me agrada porque suelo salir a la calle sin ropa interior muchas veces, por lo menos sin bragas.
El viernes fue un día muy ajetreado y completo, nos acostamos a las 4.
El sábado me despertaron con un desayuno muy especial, me tuve que tomar dos ‘biberiones’ enteritos, sin dejar ni gota.
Es muy agradable sentirse la reina de la fiesta y muy gratificante.
Tienen un pequeño barquito y nos fuimos mar adentro y como me encanta nadar nos tiramos lejos de la playa totalmente desnudos, allí nos pasamos toda la mañana tomando el sol. Son unos locos maravillosos y divertidos, hay veces que son como unos payasitos, se nota que aquí en el pueblo todo el mundo se conoce y no se comen ni una rosca, no es que yo sea una sex simbol es que ellos estaban muy faltitos y eso que están buenísimos.
La siesta me la pegué con ellos magreándome y me desperté porque me estaban montado, consiguieron dejarme bien satisfecha, tanto que hasta me escocía el chichi.
Por la noche fuimos a una discoteca donde nos encontramos a otros amigos suyos y allí vino el primer juego fuerte. Entre los amigos había uno con el que van de juerga normalmente, así que lo quisieron impresionar, me dijeron que debía provocarlo a tope y dejarlo totalmente empalmado.
Una mujer por sosa que sea se la puede empinar a un tío cada vez que quiera, si no es homosexual, así que bailaba, me sentaba y le enseñaba mi entrepierna, me rozaba ‘sin darme cuenta’ y el amigo estaba que se salía de los pantalones y mis amigos riéndose como locos a sus espaldas viendo el calentón y las esperanzas que se hacía conmigo.
Seguimos la broma y mis amigos me dijeron que me diera un paseo por la playa con el susodicho, pero les dije que me siguieran y que cuando vieran que ya la cosa estaba perdida que aparecieran o no me salvaba nadie. Nos dimos el paseo por la orilla del mar y el colega me abrazó con todas sus fuerzas y comenzó a comerme el cuello y mis amigos sin aparecer, siguió atacando y echando mano hasta que descubrió que iba sin bragas y eso lo puso loco; yo diciendo que no y el tío contestando que vale, pero que no paraba. Se sacó la polla y me llevé una sorpresa de órdago, tenía un pollón de esos de escaparate y eso yo no lo perdono y allí mismo me la empecé a refregar en la entrepierna dispuesta a todo y cuando estaba en lo mejor aparecieron mis amigos, hasta mal humor me entró porque se cortó todo el royo.
Cuando llegamos a casa sólo follé con uno, el otro estaba rendido, y después a dormir como unos benditos.
El domingo por la mañana hice algo que me encanta: ponerme a cuatro patas y mientras uno me penetra se la como al otro hasta que todos terminamos más o menos a la vez.
Mañana tranquila en la barquita y después a la playa nudista, que me querían exhibir, algo que hice a las mil maravillas y su amigo llamándolos al móvil sin parar y ellos sin cogerlo para que rabiara.
Después de comer dormimos siesta y nada de nada, que los tengo agotados, casi sin dormir, todo el día riendo y bien folladitos, como debe de ser.
Nos despertamos bastante tarde, de nuevo de marcha y nuevo encuentro con el amigo, que estuvo detrás mía toda la noche como un perro en celo, porque otra cosa no, pero en ese pueblo los tíos van de salidos total.
Mis amigos no nos quitaban ojo de encima y me hacían señas para que siguiera poniéndolo calentón hasta que los llamé aparte y les conté lo de la noche anterior y el calibre que gastaba y como me había puesto, entonces me dieron carta blanca para actuar, con la condición que les tenía que contar como había ido todo.
Ya en la puerta del local donde tomábamos la última copa, al despedirnos, estábamos los cuatro, voy y les digo a mis amigos: ‘id vosotros para casa que ahora voy yo, que nos vamos a dar una vuelta por la playa’, creo que se quedaron cortados porque no se lo esperaban así de sopetón, ni uno ni los otros. Nos guiñamos el ojo y me fui con el amigo dando el paseito.
Al principio íbamos separaditos pero nada más pisar la arena se me agarró como una lapa y ya no me soltó.
Nos metimos tras unas dunas y el tío se lió a comerme entera, lamía muy bien y como era de esperar me puso a punto muy rápidamente. Yo no lo quería tocar porque me imaginaba aquello y esperaba la sorpresa. Cuando se montó hasta un escalofrío me dio por la espalda, que cosa más gorda y grande, sólo pude balbucear con palabras entrecortadas ‘que gorda la tienes’ y me corrí de una forma innoble, sin preparativos ni nada, así a lo bestia.
El tío era considerado y se esmeraba en aguantar y yo con aquello dentro y corriéndome como una perra sin descanso.
Se fue a poner un preservativo y no le cabía!!!!!!!!, así que me monté yo y lo cabalgué bien y me lo corrí dentro, que una cosa así hay que aprovecharla bien.
Cuando llegué a casa me estaban esperando con expectación, de modo que les tuve que contar todo de pe a pa mientras me duchaba, porque llevaba todo el culo lleno de arena.
Al salir de la ducha van y me echan mano y me dice uno: ‘pero que guarra, como estás chorreando!’ y ahí empezó todo de nuevo, yo harta de follar y ellos cada vez más salidos, así que los tuve que satisfacer hasta que los dejé fuera de combate, fue una buena idea la de hacerlo con el otro porque eso les erotizó muchísimo, yo esta vez nada de nada, estaba ya saturada.
El lunes por la mañana, cuando nos despertamos recogí mis cosas, nos comimos todo el cuerpo a besos y de nuevo para casa habiendo pasado uno de los mejores fines de semana de mi vida y andando ‘espatarrá’, como dice mí amiga MEDEA, que me cae genial, llena de moretones por todo el cuerpo, con agujetas y muy enamorada de esos dos piratas.

1 comentario:

  1. Admiro a quien desea lo imposible y envidio a quien lo consigue. Tienes una capacidad innata para cortarme la respiración mientras leo tus relatos. Besos Goloxxos.

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